jueves, 20 de enero de 2011

Soltera a las 4am

A ver, no sé cómo empezar a contar esto sin sonar histérica, ni traumada, ni desesperada, ni punto de gritar hasta que un pulmón se me salga por la boca (acabo de sonar terriblemente exagerada, vamos bien eh).
Pasa que... Bueno,  nunca me dormí a horas que la gente consideraría "normales", simplemente nunca pude, ni podré. Y a decir verdad, tampoco me preocupa. En esas horas se piensa tremendamente mejor: tirada en la cama, todo oscuro, mirando el techo, y un silencio de entierro que completa la atmósfera.  Siendo que no es normal estar despierta a esa hora (aclaremos que "esa hora" vendría a ser dentro de la madrugada), podríamos decir que es obvio que nadie te va a interrumpir esa maraña de ideas súper complejas que van y vienen en tu cabeza con flechas lanzadas por indios en medio de un enfrentamiento (querido lector: bienvenido a mis delirios).
Resulta ser, que una de esas ideas siempre viene a las 4am. Y, con puntualidad impecable, se instaura en mi cabeza. Es como un psicólogo esperando a que te acomodes en el diván  mientras te dice "te escucho"; y cuando lo hiciste, se desatan a la vez miles miles de preguntas que a mi entender retorcido no tienen respuesta lógica. Es una idea concreta, básica, "normal", en fin,  es esta: "Estoy soltera". Habrá mujeres felices, con un total sentimiento de liberación y paz, pero cuando se está tanto tiempo sola como yo, entenderían que podría gastarme todo mi presupuesto en pañuelitos descartables, chocolates, usar a mis amigas de orejas gigantes y a las crisis como las únicas que me acompañarían día a día. Gracias a Superman, Dios, el Gauchito Gil o en quienes ustedes depositen su fe, que todavía no estoy en tratamiento bajo pastillas.
Adivino, ustedes se están preguntando cómo sería la escena de las 4am. En realidad es más o menos como lo que pasa a las 3am, que dicen que se levantan las almas en pena. Estoy segura de que vieron miles de pelis referidas al tema. Pero para hacerlo digamos, más imaginable, propongo dos personajes: Carla y Valentina. Y la cosa va más o menos así:
Carla (C): La puta madre, esta es como la 3er noche que me pregunto lo mismo. ¿Por qué cazzo estoy sola? ¿Soy fea? ¿Qué me falta? No me parece que sea mala mina. ¿Tan difícil es encontrar un chongo como la gente?
Valentina (V): Ay boluda no me vas a decir que no tuviste a tus buenso chongos.
C: Ehh, no. Al final terminaron siendo todos unos tarados. O eran unos pasivos chamuyeros y charlatanes, o activos totalmente sexopatas o no me gustaban o escribían mal (sí, no me gustan los errores de ortografía). 
V:  ¿Y qué me decis de X?
C: X vive a millones de años luz, y para completarla tiene novia.
V: ¿Y de el otro X?
C: Es gay.
V: Ahh, ¿y qué hay de Z?
C: No me quería en serio. A ver, basta. No sé que hacer, estoy cansada de probar, probar y probar y que todos terminen siendo la misma mierda. No soy tan exquisita como parezco.
V: Y bueno, pero que pasa si por ejemplo, lo volves a ver a no sé, Z?
C: Nada, ya me comí demasiado la cabeza.
V: ¿Y no puede ser que te tomes muy en serio las cosas? ¡Dejate llevar por un impulso querida!
C: Es que tampoco quiero que me boludeen. Y sé que después me voy a hacer toda la película, y la cosa nunca dió ni para un trailer, como quien diría.
V: También date cuenta que no socializas tanto como para buscarte un chongo así de genial, y admití que te gustan los equivocados por decirlo de cierta manera.
C: Bueno che, qué culpa tengo yo de que siempre me gusten los más grandes, los más giles. Sencillamente esto es triste, no quiero cambiar de gustos. ¿Y de socializar? Es verdad, no puedo esperar a conocer un príncipe azul en pleno boliche, y en la facultad no da. ¿Qué tengo que hacer? ¿Buscar a alguien en internet?

Y es así como se llega a la conclusión de que en estas eras modernas en dónde parece que el agua tiene algo que los hombres que la beben se transforman en seres totalmente no aptos para mis gustos, y seguramente para el de muchas, no podemos darnos el lujo de ser románticas. Basta de besar sapos buscando el príncipe. 
Me recomendaron dejarlo fluir, que se iba a dar solo. ¿Qué creen? No se dió, acá estoy. Y para peor de males escuchar música deprimente o incluso romántica (Coldplay, por ejemplo),  bueno, no ayuda.
Creo que me acabo de recibir de patética, sola, desesperada. ¡Brindemos!
O mejor aún, escuchen estos temas:

Y los dejo con una frase de una idola, una grande que nos entiende a todas las solteras. La queridísima Bridget Jones:


And that was it. Right there. That was the moment. I suddenly realised that unless something changed soon I was going to live a life where my major relationship was with a bottle of wine... and I'd finally die, fat and alone, and be found three week later half-eaten by Alsatians. Or I was about to turn into Glenn Close in Fatal Attraction.



1 comentario:

  1. Aaaaay queridísima, it's such a shame! Preocuparte por eso? Yo estaba feliz con mi soledad, no sé por qué carajo apareció Lolo, jajajaja, mentira, lo quiero.
    Y eso de que en la facu ni da.. vos fijate, en un mes va a ser un año que estoy con el antes nombrado hombre.
    Ya va a llegar, y si no llega, lo trompeamos.
    Te quiero, ji.

    ResponderEliminar