viernes, 9 de diciembre de 2011

Violeta Pearson

Vieron cuando tendrían que estar haciendo algo que si no hacen puede acarrear un par de consecuencias pseudo graves, como por ejemplo tener que estar estudiando? Bueno, así.
La cosa es que siempre que ese algo provoque más aburrimiento del que uno pueda soportar, se termina por posponerlo y reemplazarlo por otro algo un poco más placentero.

En mi rechazo total a estudiar el final de la materia Derecho II aplicado a la traducción (que de aplicado a la traducción no tiene nada), me decidí a revivir mi blog y dedicarle tiempo a mis pensamientos, o mejor dicho, delirios.
Siendo que empieza mi nueva etapa como bloggera principiante, siento el deber de explicar por qué mi blog se llama Violeta y no Angeles. Es muy sencillo en realidad: Violeta es todo lo que Angeles no es. Es mi alterego. Mi culpable cuando se necesita culpar a alguien. Mi lado ebrio de la vida. Mis ideas más locas. Violeta está cuando Angeles no quiere estar. Es mi otra cara. Y es por todo eso que tengo que admitir que la vida "compartida" con Violeta se me hizo mucho más fácil, y bien merecido tiene su lugar en el ciberespacio. 

Así que bueno, nada, eso. Muchas buenas vibras para mí, para Violeta, para mi blog, para mi vida, para ustedes.


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